Andenes para evitar erosión de suelos, retener el agua y contrarrestar heladas
La importancia de los andenes está comprobada por diversas investigaciones que han verificado sus beneficios para evitar la erosión de suelos, retener el agua de modo que se requiera menor riego y contrarrestar las heladas, entre otras ventajas. [1] Incluso, la rehabilitación de andenes figura en una de las medidas de adaptación incluida en la Contribución Nacionalmente Determinada para enfrentar el cambio climático, que constituye el compromiso climático internacional del Perú. [2]
Algunos de los planes de gobierno de los candidatos a la presidencia plantean medidas relacionadas con los andenes: Victoria Nacional propone la andenería como forma de extender la frontera agrícola en terrenos de alto valor productivo, el Partido Morado plantea que el estado tiene un rol fundamental en la promoción de prácticas ancestrales como el cultivo en andenes y Renovación Popular propone la retribución por horas de trabajo en reparación de andenes
Sin embargo, ¿bastará la rehabilitación y conservación de andenes para asegurar que sean realmente cultivados y mantenidos por los agricultores? La pregunta es válida porque existe evidencia del progresivo abandono de los andenes por factores culturales, sociales y económicos en las últimas décadas, que revisaremos en esta nota.
A fines del año pasado se publicó la Ley 31077 o ”Ley que declara de interés nacional la rehabilitación y conservación de los andenes a nivel nacional por su utilidad e importancia en la producción agrícola”. El reconocimiento de La norma aprobada, además de la declaratoria de interés nacional, encarga al MINAGRI y al Ministerio de Cultura -en coordinación con gobiernos regionales y locales- que dispongan “normas y acciones pertinentes para completar y desarrollar inventarios de los andenes” y, asimismo, que “elaboren y propongan planes y políticas económicas de incentivo a la producción agrícola obtenida con el uso de los andenes”.
Consideramos que sí es necesario tener un registro actualizado de la cantidad de andenes existentes en el país tanto en términos de hectáreas como su estado de mantenimiento. Existen diferentes cifras al respecto que van desde 56,689 hectáreas según el Censo Nacional Agropecuario del año 2012 [3] hasta un estimado de más de 1,000,000 de hectáreas según un estudio realizado por Blossiers en el año 2000. [4]. En el año 2014, Agro Rural -con apoyo del BID- realizó un inventario de andenes que arrojaba un total de 340,719 hectáreas en 11 regiones (ver tabla).

Como puede observarse, existe gran dispersión en la información disponible, lo cual dificulta tomar decisiones sobre la mejor forma de poner en valor estas estructuras. Pero con una norma declarativa como la que comentamos no será posible asignar los recursos necesarios para recoger la información necesaria; se requiere asignar un presupuesto específico para este objetivo.
Por otro lado, nos parece positivo que la norma haya reconocido la necesidad de otorgar incentivos para la producción agrícola obtenida con el uso de andenes. Diversos estudios han encontrado que la escasa rentabilidad de los productos cultivados en andenes contribuye a un proceso paulatino de abandono de estas estructuras, lo cual se ve agravado por dificultades de acceso vial y otros factores socioeconómicos que deben ser considerados de forma integral en las intervenciones orientadas a la recuperación de andenes. Por esta razón, nos parece insuficiente que sólo se encargue a los Ministerios de Agricultura y Cultura la elaboración de planes y políticas económicas de incentivos. En nuestra opinión, esta es una tarea que debe ser abordada con un enfoque multisectorial.
Cabe destacar que el mantenimiento de los andenes tiene una dimensión ambiental que es esencial para la sostenibilidad de la agricultura en las partes bajas de las cuencas. Los andenes que sufren mayor deterioro y abandono son los que se encuentran en las partes altas de las cuencas, donde nace y se alimenta la red de canales para el riego[5]. Su recuperación y mantenimiento puede prevenir futuras limitaciones en la disponibilidad de agua en las partes bajas. Pero nuevamente el carácter declarativo de esta norma no permite contar con un presupuesto dedicado. Se requeriría un programa de promoción de los andenes de carácter permanente.
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1. Blossiers P., y otros (2000). “Agricultura de ladera a través de andenes, Perú”. En: FAO, Manual de captación y aprovechamiento de agua de lluvia. Tomo II. Experiencias en América Latina. Serie Zonas Áridas y Semiárida".
2. La rehabilitación de andenes está incluida en la medida de adaptación “implementación de tecnologías de manejo y control de la erosión de suelos en zonas vulnerables a peligros asociados al cambio climático”.
3. INEI. IV Censo Nacional Agropecuario 2012. Sistema de Consulta de Datos.
4. Blossiers, P y otros (2000). Op Cit.
5. Silio Cervera F; Rodríguez Medina F.; García Codrón,J. C. (2001) “El abandono de andenes: elaboración de un modelo de accesibilidad y cartografía en un entorno SIG: el Valle del colca (Arequipa - Perú)" En: Estudios geográficos LXII, 243, 2001.